Cuando llevamos un tiempo haciéndonos la manicura semipermanente, la tónica más común es que culpemos a este tipo de esmaltado si nuestras uñas se estropean, se parten antes de tiempo, se quedan finas y débiles, y por ende la manicura que en un principio nos duraba 2 semanas, después de unos meses, al tercer día ya tenemos alguna uña desconchada.

Entonces, como el semipermanente me ha estropeado las uñas, vamos a «descansar» porque las tenemos hechas una pena. ERROR!!! las uñas no respiran y no necesitan descansar, y te dirigimos a este otro post donde encontrarás soluciones y consejos para poder recuperar la salud de tus uñas de una manera rápida y eficaz.

Pero vamos al tema: ¿el esmalte semipermanente puede realmente dañarnos las uñas?

La respuesta, aunque con matices, es NO. Y te lo contamos todo para, ya de una vez por todas, desmitificar esta falsa creencia.

En Nenha llevamos desde 2010 haciendo esmalte semipermanente, año en que este hizo su entrada en el mercado. Trabajábamos por aquel entonces con Shellac de CND, que fue una de las marcas pioneras. Uno de los mejores semipermanentes híbridos del mercado. Pero de este término hablaremos en otra ocasión.

Por aquel entonces, para retirarlo se utilizaba acetona pura, que se dejaba actuar unos minutos hasta que el semipermanente se pudiera retirar simplemente raspando ligeramente la placa de la uña. Nuestra manicura semipermanente, el tratamiento completo en salón era de 1h, para retirar con eficacia y sin dañar la uña, preparar bien la cutícula y volver a esmaltar.

A día de hoy, ya no hacemos este tipo de servicio.  Hemos decidido ofrecer solo la mejor calidad y evitar en algunos casos las consecuencias negativas que pueden a veces desencadenarse por un trato inadecuado en el cuidado de esta manicura. O, sencillamente porque no todas los tipos de uñas son buenas candidatas para este tipo de servicio. Para que lo puedas entender mejor, te contamos las diferencias entre manicura semipermanente y manicura rusa, el servicio que realizamos, en este post.

Entonces ¿cuál es la realidad de la situación?

Podemos repartir la responsabilidad de este problema entre 3 actores:

Los profesionales manicuristas: mala praxis

El semipermanente por sí solo, si es de buena calidad, se aplica y se retira de manera correcta sobre una placa de uña sana, no tiene el poder de dañarla. Entonces ¿qué es lo que sucede?

La  obligación de realizar el servicio con la mayor rapidez para hacer de este, un servicio rentable. Esta rapidez tiene consecuencias directas sobre el resultado, su duración y el trato que damos a las uñas. Aplicar un semipermanente en menos de 30 minutos implica adoptar la máxima rapidez de limado para la retirada del producto y la preparación de la placa. Se suele sobrelimar la uña, la afinamos y como consecuencia, al cabo de 2 o 3 manicuras, no solo esta no dura tanto como la primera sino que nuestra uña acaba por ceder. Resultado, nos hacen creer y nos creemos que la uña necesita respirar. MITO

El cliente

Varias pueden ser las causas:

a) Por una lado, se suele buscar el servicio más barato y rápido. Con lo cual, la calidad del servicio deja a menudo que desear. Como consecuencia, el semipermanente no durará lo esperado, el cliente se lo acabará despegándolo en casa y retirando lo que se va levantando. La uña se daña, disminuyendo no solo su capacidad de adhesión para la próxima manicura sino también su grosor y consistencia.

b) La venta de productos de uso profesional a particulares que se hacen este tipo de manicura en casa. El particular no conoce el protocolo de aplicación adecuado, no prepara la uña correctamente, y esto desemboca en una manicura fallida, que dura un suspiro. Como consecuencia, arrancan el semipermanente casi con los dientes, con las consecuencias nefastas que esto tiene para la uña.

c) No todos los tipos de uñas son aptos para la aplicación de un esmalte semipermanente. Es decir, si buscamos un servicio simple (esmaltado directamente sobre la uña, sin refuerzo), en una placa porosa, dañada, descamada, muy fina y/o débil…la manicura no durará y acabará por desconcharse o romperse a los pocos días.

El negocio de las uñas, los dueños de negocios

a) El buscar rentabilidad por encima de todo. Precios bajos como argumento de venta para un servicio que, para obtener rentabilidad, tiene que ser efectuado con la mayor rapidez. Esto obliga al profesional a recortar en la calidad del servicio ya que, reducir el tiempo de preparación de la uña para el esmaltado y su retirada, tiene incidencias directas sobre el resultado y también para la salud de la propia uña.

b) Utilizar protocolos y/o productos no adecuados. Esmaltes de composición química más agresiva para la uña, pero que confieren mayor adhesión, pero que son difíciles de retirar. Esta combinación provoca que la acidez del producto pueda a largo plazo producir quemaduras químicas y onicolisis (desprendimiento de la placa de la uña del lecho ungueal) y un posible sobre-limado para retirar el material con rapidez. O también que sea necesario dejar más tiempo la acetona sobre la uña para que el esmalte pueda retirarse convenientemente. La acetona reseca mucho la placa, llegando poder provocar quemaduras en la misma.

Y así nacen los 2 MITOS que más solemos escuchar:

  1. EL SEMIPERMANTENTE ME HA DAÑADO LA UÑA
  2. MIS UÑAS NECESITAN RESPIRAR

CONCLUSIÓN

  1. Si se utiliza el material adecuado: esmaltes de calidad
  2. Se retira correctamente, ya sea con acetona (con un tiempo mínimo de actuación y no sobre todo tipo de placa de uña) o con torno, suavemente y sin tocar la placa
  3. El cliente respeta los tiempos y entiende que no todas los tipos de uñas son aptos para este tipo de manicura de manera regular.
  4. Los profesionales manicuristas hacen su trabajo correctamente e informan al cliente de qué debe y de qué no debe hacer. De qué tipo de manicura es el más adecuado para sus uñas en función de las necesidades de las mismas y según sus expectativas y modo de vida.
  5. Los dueños de negocios ofrecen servicios de calidad con un precio que les sea rentable pero no a costa la salud de las uñas del cliente ni de la calidad de trabajo de los profesionales que emplean.

Resumiendo: un buen consejo profesional, un buen servicio, la utilización de buenos materiales y la elección de la manicura más adecuada en función de los diferentes factores a tener en cuenta con el correspondiente cuidado de la parte del cliente…tendríamos unas uñas en mejor estado.