Las uñas están de moda. En realidad llevan ya de moda unos cuantos años pero lo que está empezando a hacer verdaderamente furor son las uñas de gel y las uñas acrílicas frente al ya bien conocido esmalte semipermanente, que tampoco se queda atrás.

Pero… ¿Qué tipo de uña es mejor? ¿Las uñas de gel o las uñas de porcelana? ¿Conocemos realmente las diferencia entre cada uno de los sistemas? Es cierto que estéticamente son muy similares, sin embargo existen muchas diferencias que, a simple vista, no percibimos. Cuando tomamos la decisión de embellecer nuestras uñas con un determinado tratamiento debemos conocer las características de cada uno de ellos. En el caso de las uñas postizas es muy habitual que surja la indecisión entre ponernos uñas de gel o uñas de porcelana o incluso nos confundamos y pidamos uñas de gel cuando lo que queremos es simplemente esmaltarlas con esmalte semipermanente. A continuación vamos a enumerar cada uno de los aspectos fundamentales de cada tipo de uñas, profundizar en cada uno de los sistemas para que podáis comprender en profundidad cada uno de ellos y elegir en consciencia.

Las uñas de GEL

La palabra «GEL» se presta a confusión debido a que originalmente describía el estado físico del producto para uñas, pero a lo largo de los años se ha convertido en un nombre genérico de la categoría del producto. Mientras que las uñas líquidas y en polvo son un sistema de dos partes en el que el polvo ya se ha polimerizado en toda su extensión, el gel es un producto homogéneo en el que los monómeros y oligómeros (cadenas de monómeros) permanecen en un estado semi-líquido/semi-sólido ya que todavía no se ha polimerizado (endurecido). Pensemos en el gel como acrílico premezclado. De mayor o menor viscosidad, se endurecen al contacto de la luz de las lámparas ultravioleta. Su gran flexibilidad les confiere una mayor absorción frente a los choques y por tanto una mayor protección de la uña natural.

Las uñas de gel aparecieron por primera vez en los Estados Unidos a principios de la década de 1980, pero tuvieron un éxito limitado. En ese momento, los fabricantes de lámparas uva y el gel en sí no habían unido fuerzas, sin reconocer aún la necesidad de adaptar con precisión la intensidad de la luz a los fotoiniciadores en el gel. Los técnicos y clientes de uñas pronto descubrieron que usar la luz incorrecta o aplicar demasiado gel causaba una sensación de ardor en la punta del dedo del cliente. Además, la educación sobre la aplicación de gel fue limitada, dejando a los técnicos en la oscuridad sobre el producto, y los sistemas de uso doméstico se introdujeron al mismo tiempo, dañando la reputación de los sistemas de uso en salón por asociación. A finales de los años 80, muchas compañías habían retirado sus productos de gel del mercado.

Pero a finales de los 90, las uñas de gel volvieron a la escena estadounidense de las uñas, ahora con fórmulas muy mejoradas que fueron diseñadas para trabajar con una longitud de onda de luz e intensidad precisas. Estas nuevas formulaciones también ofrecen una mayor claridad y durabilidad. En 2010, el 63% de los salones ofrecían servicios de uñas de gel a sus clientes y actualmente los geles son uno de los servicios más frecuentemente agregados a los menús de salón. Las innovaciones adicionales en geles aparecieron en la década de 2000, incluidos los geles 3-D y los geles híbridos conocidos como geles o esmaltes semipermanentes.

 

Uñas ACRÍLICAS también conocidas como de porcelana

Los acrílicos son una familia especial de monómeros y oligómeros y/o polímeros utilizados para crear productos para realzar las uñas, incluidas las uñas de gel UV y las de acrílico (líquido y polvo). Este tipo de uñas aparecieron en escena alrededor de los años 50 impulsadas por las actrices más conocidas del momento en Hollywood. Fueron descubiertas más por accidente que por una real intención. Gracias al dentista Frederick Slack, quien después de haberse roto una uña experimentó con el acrílico dental para intentar repararla, no fue hasta en la década de los 70 cuando el Dr Stuart Nordstrom, inventó el sistema dual de líquido y polvo con el que hoy conocemos las uñas acrílicas o de porcelana. Él es el fundador de CND, casa que casi todos conocemos por sus productos de gran calidad y el lanzamiento del primer esmalte semi permanente “Shellac”.
Tanto las uñas de gel como las acrílicas o de porcelana son sistemas que se esculpen, es decir, se aplican y se hacen a medida, sobre las uñas naturales esculpiendo con una lima para conseguir la forma deseada. Es un trabajo realmente personalizado en el cual se puede construir el largo y espesor de uña deseado. Estas técnicas han definitivamente desbancado a las antiguas uñas de plástico que se pegaban sobre toda la base de la uña. Aunque este tipo de uña todavía existe, su uso hoy en día es muy limitado y poco recomendable por los daños que puede causar a la uña natural.


Esmaltes de Gel o semipermanentes

Los esmaltes híbridos constituyen la innovación más novedosa y reciente en la industria de las uñas. Los híbridos incorporan los mismos tipos de solventes que el esmalte de uñas, lo que les permite disolverse más rápido que el grupo de geles tradicionales, a la hora de ser retirados. Este tipo de esmalte-gel tienen además otros ingredientes para reducir la viscosidad de modo que la aplicación sea más similar a la de un esmalte tradicional. Los esmaltes de gel también conocidos como esmaltes semipermanentes extraen los ingredientes de las fórmulas de gel, convirtiéndolos en verdaderos híbridos.

La principal diferencia entre los sistemas de uñas esculpidas y esmaltes semipermanentes son:

Jim McConnell, presidente de Light Elegance, también ofrece su visión: «El esmalte de uñas está compuesto principalmente de resinas de nitrocelulosa y solvente. Las resinas de nitrocelulosa no son conocidas por su resistencia a los arañazos, mientras que los uretanos [geles] tienen una excelente resistencia al rayado». Podemos entonces pensar en los esmaltes semipermanentes como el esmalte de uñas llevado al siguiente grado. Por otro lado, los geles tradicionales tienen más enlaces cruzados en su estructura química, lo que les da más resistencia a la acetona. Los esmaltes semipermanentes han han sido alterados para que puedan ser disueltos por la acetona fácilmente y no dañar la uña al ser retirados.

 

 

Fuente: Nailsmag