Si no sabes qué hacer con tus manos, transfórmalas en caricias.

Jacques Salomé

En Nenha damos comienzo a un nuevo capítulo para adentrarnos en un mundo de belleza que va mucho más allá de las manos: la belleza interior que reside en cada uno de nosotros para ser descubierta, explorada y glorificada.  Como complemento a la columna vertebral que configura la marca; las manicura y las pedicuras, queremos hacer un acercamiento y permitir que otras bellezas nazcan. Así, hemos pensado que sería buena idea concebir un inicio de este viaje compartiendo por escrito en una serie de artículos, como un acercamiento a nosotros mismos, a través del contacto en manos y pies que, como mencionamos antes, son nuestra carta de presentación y llevan a otros nuestra esencia.

Todo lo que conocemos del mundo inicia con las manos, nuestro recorrido mental y emocional se descubre con el contacto físico desde que nacemos. Las experiencias, sensaciones y paradigmas están íntimamente vinculadas a lo que percibimos del entorno, con lo cual desarrollamos las estructuras de pensamiento y la personalidad que nos caracteriza.

Hagamos en un experimento: procurando limitar los sentidos dejando solo el tacto como único receptor del entorno. Estando en un lugar silencioso, bebamos un sorbo de agua y cerremos los ojos tomando una respiración profunda. Hasta ahora, nuestros sentidos están equilibrados, con lo cual disponemos el tacto a percibir, y más aún a RECIBIR los estímulos que pueden ir desde un toque o roce ligero hasta un cambio notable en la temperatura. A partir de aquí, procuraremos distinguir toda respuesta emitida por nuestro cuerpo con el tacto, a través de la piel, descubriendo como los efectos de dicha respuesta abarcan no solo lo físico, sino que alcanzan también los procesos mentales y emocionales. Esto se debe a que nuestra piel es el órgano más importante en la tarea de inter-conectarnos con el medio y con otros, su capacidad es tan extensa que recubre nuestros órganos vitales y tejidos como un recipiente firme y resistente, incluyendo las zonas más íntimas y esenciales, la piel está allí, presente para comunicar aquello que sentimos y pensamos.

Decir que SOMOS PIEL, no es más que asumir efectivamente que la mejor forma de conocernos y conocer a otros es a través del CONTACTO, y este es el primer paso hacia nuestro crecimiento integral como seres humanos… más humanos, más receptivos, más abiertos a comprender aquello que ocurre alrededor y con lo que interactuamos en positivo o negativo, llamándole muchas veces destino o casualidad.

¿Existe entonces una relación entre aquello que percibimos y nuestras reacciones? La respuesta es SI, el vínculo entre todo lo que proyectamos como pensamiento, emoción y acción radica en nuestra percepción inicial del estímulo, con lo cual la piel es la primera (y más potente) antena frente al entorno, y así mismo es el medio para manifestar las respuestas a todo lo que ocurre en el interior del cuerpo. De igual forma, los pensamientos creados en nuestro cerebro son convertidos en acción a través de los tejidos corporales puestos en movimiento, principalmente manos y pies, que captan infinidad de señales, y a su vez emiten respuestas constantemente, creando la mayoría de las veces, desgaste y sobrecarga física además de agotamiento mental y desequilibrios emocionales que alteran nuestra cotidianidad.

Y hasta aquí la primera entrega sobre la importancia del tacto, las manos, la piel y la relación entre su cuidado, su percepción y el conocimiento de uno mismo. Un punto de vista que esperamos despierte vuestra curiosidad y abra la puerta a un mundo nuevo. En Nenha estaremos encantados de poder acompañaros en ese primer paso al viaje de vuestra vida.